Quién me diría que íbamos a estar operando en los hospitales Parirenyatwa Hospital, en su día de uso exclusivo para los blancos y en el Harare Central Hospital, peor dotado, en el extrarradio y al que solo acudían pacientes negros. Ahora, años después de aquella discriminación infame, ya no hay diferencias por el color de la piel, la etnia o la raza. Qué absurdo fue aquello, qué terrible. Me han contado historias dramáticas, sin sentido, miserias humanas.
Durante estos días no me he sentido orgulloso de ser blanco. Hubo momentos de congoja, me he sentido desconcertado y en minoría… He sentido vergüenza y arrepentimiento por lo que el colonialismo hizo. El primer día no fue fácil. Pero todo se superó con rapidez gracias a la grandeza de sus miradas agradecidas, de olvido, aunque inicialmente teñidas de incredulidad y desconfianza, quizás las cicatrices de lo acaecido.
Después solo he recibido gratitud de mucha gente con un pasado repleto de humillaciones. Han sido capaces de aceptarme, de permitirme transmitirles destrezas y conocimiento. Me han hecho disfrutar de lo que tanto disfruto. Evité agradecimientos y me dieron su amistad, no deseaba cortesía y me agasajaron, no esperaba su atención y aprendieron velozmente.
Ha sido una experiencia de sensaciones indescriptibles: ofrecer familia, amigos, tiempo, conocimiento, corazón, dinero para aquellos que sufrieron en su día las miserias más grandes por parte de los colonizadores blancos: el racismo y la intolerancia. Te das cuenta que lo peor de la pobreza no es la falta de dinero, sino la incapacidad para desarrollar todo el potencial de la persona como un ser humano libre y digno.
Por eso, el objetivo de NED es facilitar y potenciar las capacidades de quien tienen menos posibilidades: en cinco días han aprendido a tratar niños con hidrocefalia mediante endoscopia en una zona donde esta enfermedad es una epidemia; son casos complejos, extremos, que incluyen recién nacidos, casos que ni el mejor experto occidental sería capaz de resolver con tan pocos medios. Ellos ya pueden. Verdaderamente este resultado compensa el trabajo de toda una vida. ¡Qué privilegio!
Siento orgullo por lo conseguido, de nuestros voluntarios, de NED. Ha sido mi primer Hands-on africano sin la ayuda de Tony Gómez, que ya está recuperándose día a día y muy pronto de vuelta con nosotros.
No he querido suplencias. Es su lugar, y siempre estará vacío hasta que vuelva. Me he sentido tan arropado por él, por su ejemplo, docencia, lucha, bondad, valentía…He solucionado hasta problemas de cables, ordenadores, proyectores, monitores, cámaras, ópticas… ¡Quién me lo iba a decir! Sin duda son estelas de su maestría. Gracias, amigo.
Me gustaría finalizar esta crónica con una cita del libro Repensar la Pobreza de Banerjee y Duflo: “La mejor opción para acabar algún día con la pobreza será el corpus de conocimiento que va creciendo con cada respuesta específica y en el saber que acompaña a esas respuestas.”
Por ese camino andamos.
JP
