Queridos Amigos NED,
MOHAMMED HAJI es médico del Hospital Mnazi Mmoja (Zanzíbar, Tanzania). Sobrevive con un sueldo equivalente a 100 euros al mes por jornadas maratonianas. Trabajador infatigable, hombre discreto y humilde, le definen su carácter único y su buen hacer. Sin duda, es el mejor coordinador y ayudante que NED ha tenido en sus periplos por África del Este durante los últimos cuatro años. Ha sido nuestro gran valedor cuando eran pocos los que creían en nuestro proyecto. Es, sin duda, “un gran hombre”.
La realidad es que le habíamos preparado una estancia de un mes en nuestro hospital (Hospital de la Ribera, Alzira). NED financiaba el viaje, el seguro médico, la manutención y la formación. Gracias a buena gente de Alzira, su alojamiento estaba asegurado. Teníamos muchos planes para él: rotatorios en neurocirugía, cirugía plástica, cirugía general y traumatología con la idea de formarle en técnicas básicas de diferentes especialidades. El beneficio para la gente de Zanzíbar cuando Mohammed volviera iba a ser muy positivo.
Pero para que ello fuera posible faltaba un simple trámite. Un trámite que la Embajada española en Tanzania resolvió con un rotundo no, alegando que no tiene garantías ni medios económicos para su visado después de que Mohammed pasara dos semanas en Dar es Salaam, la capital del país, esperando una respuesta a su solicitud de visado. ¿Cómo exigirle una hipoteca o un aval bancario cuando su sueldo son 100 euros al mes y cuándo la razón por la que viene a España es precisamente porque no tiene dónde ni cómo formarse sin la ayuda y el apoyo de alguna organización? Su solicitud venía avalada por nosotros, con el justificante de la realización de la estancia, el soporte económico, los billetes de avión de ida y vuelta y el seguro pertinente.
Ésta es la segunda vez que se le deniega y se pone en evidencia la tremenda sinrazón que inspira parte de la normativa actual de nuestro país, tan abanderado cuando el momento y los titulares lo exigen de esa Alianza de Civilizaciones y esa vanguardia de la cooperación al desarrollo que dicen representar, y de la que tan lejos se encuentran cuando se enfrentan a la realidad dramática de miles de personas.
Con estas líneas queríamos denunciar su caso y recordar que el fallo de nuestra Embajada sólo nos estimula a seguir trabajando más y mejor y nos refuerza en nuestro compromiso con quienes menos tienen. No hay duda de que nuestro gran objetivo es y será que Mohammed venga a Valencia. Lo conseguiremos y no olvides que tu ayuda, tu apoyo y la difusión de esta injusticia son imprescindibles para conseguir nuestro propósito.
NED FUNDACIÓN