Voluntario NED.
Diciembre 2013, Nairobi
Hola a todos y a todas!!!
Supongo que esteréis de fiesta, tomando un par de copas, preparando os para la gran noche del sábado, comida de empresa, comidas con amigos o simplemente en casa de «relaxing». Aprovechad, que las Navidades están a la vuelta de la esquina.
Yo estoy en la habitación. Me acabo de tomar un baño relajante antes de vestirme para el aeropuerto. Mientras estaba sumergido en el agua, comencé haciendo reflexiones sobre este viaje a Kenia. Haciendo balance sobre mis emociones, las cosas que he sentido, visto , olido, reflexionando sobre nuestra misión ( que hemos hecho bien o mal, que hemos conseguido, si hemos, o no, aportado algo,…).
Las sensaciones se encuentran en mi cabeza pero no llegan a ningún punto. Posiblemente sea pronto para poder hacer reflexiones de tal calado. Supongo que ya en España irán ebulliendo…
Quiero darle las gracias a mis compañeros de aventura (esto ha sido ir como ir a la guerra con tirachinas…Uuufff las que hemos pasado) a Luis y Mº José. Los cuáles admiro y que cogido un grandísimo afecto después de compartir penas y alegrías, desesperación y tranquilidad. En parte gracias a ellos esta misión ha merecido la pena. Espero que esta amistad que ha surgido en esta semana tan intensa no se desvanezca nunca. Y aunque ellos no lo saben, irán conmigo el resto de mi vida allí donde vaya. Y con la promesa de repetir el año que viene, juntos.
Gracias al equipo de la «Neurosurgery Camp», voluntarios enfermeros, anestesistas, estudiantes, residentes, todos llegados de diferentes puntos de Nairobi han contribuido enormemente al desarrollo de la misión. Hemos aprendido unos de otros y son unos de los grandes valores humanos que he encontrado. Gracias por esos momentos de diversión y entretenimiento en la comida, entre cirugía y cirugía, haciendo un baile, o intentando animarnos cuando la desesperación nos consumí…Gracias para siempre. Os prometo que regresaré con las ideas e ilusiones renovadas y lo aremos mejor, mucho mejor. Estoy seguro.
Quiero darle gracias a los pacientes, quienes nos han dado todo lo que hemos vivido en este viaje. Aquellos que han confiado lo más sagrado que tiene, su salud, subida, en nuestras manos. Aquellos que sólo con su sonrisa y humilde gratitud chan caldo en mi corazón . A ello también les debo que un pedazo de mí se quede en esta tierra roja como la sangre que se ha derramado, y verde como la esperanza de unas gentes con gana, ilusión de cambiar y revelarse al mundo, Demostrar que están ahí y tienen un largo camino por construir pero siempre con la sonrisa que les caracteriza.
Gracias a todos y a todas por vuestras palabras de apoyo durante estos días. Habéis sido una gran fuerte de energía en momentos difíciles.
Chicos vuelvo a casa, con la maleta más liviana. Mi corazón reconfortado, llenas las alforjas de recuerdos y experiencias, que jamás me abandonarán. Vuelvo con la energía renovada.
Saludos, nos vemos.